Teníamos un problema con un ciprés de la zona del merendero que está al lado del campo de fútbol. Como todos los vecinos de Liédena sabemos, el viento en nuestro pueblo tiene un especial protagonismo y ya se encargó de que este ciprés creciera inclinado.
Cuando ya se ha hecho grande el crecimiento de las ramas del lado opuesto al viento ha aumentado el peso dando lugar a una mayor y peligrosa inclinación con la posibilidad de que cayera sobre el tejado de los vestuarios del campo de fútbol ya que el suelo empezaba a levantarse queriendo mostrar las raíces.
Después de mucho esfuerzo y mucha técnica logramos enderezar el ciprés y amarrarlo a otro árbol y así tendrá que estar al menos durante un año para que el suelo y las raíces se amolden y aseguren.
La otra alternativa era talarlo, pero no nos pareció bien pudiendo salvarlo y esperemos que ahí siga por muchos años.
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